Josita Jones

de la nada surgió... y en nada se convertirá... la historia de una intérprete de nubes rosas.

27 April 2007

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-La burocracia del s.XXI me recuerda al diezmo medieval
-Pero sin derecho de pernada

Miradas. Una tímida sonrisa del empleado del consulado- yo creo que debido a que no entendía una mierda de lo que hablábamos, pero ya sabéis que la educación americana deja huellas.
Y así fue como tramitamos el C2. Pago de tasas, entrega de fotografías, y una cola enorme, a la vez que absurda.
Cruzamos los dedos, para que llegue la respuesta afirmativa (que no affirmative action). Una semana más de úlceras e insomnio. Ya os contaré.-

17 April 2007

Muzak

Hace unos meses me contaron la historia de un técnico reparador de ascensor. Alguien se había quedado encerrado en un ascensor de un hospital, de tal forma que el ascensor estaba entre dos plantas pero, si se abrían las puertas, era muy fácil saltar un pequeño escalón para poder ponerse a salvo y pisar tierra firme de nuevo. Todos los manuales dicen que nunca abras las puertas de un ascensor si éstas se han cerrado de forma automática, como cuando te dicen que no abras un mejillón si éste no se ha abierto por la fuerza del vapor de la olla a presión... Sin embargo la tesitura era diferente: sólo 23 cm de distancia entre las puertas cerradas y el suelo, un pequeño escalón muy fácil de saltar para un niña de 10 años aterrorizada que se encuentra dentro del terrible habitáculo. El operario no sabía que hacer, el "no se debe" y el "no se puede" se confundían en su cabeza, como norias girando en una perjudicada noche de sábado... Con sangre fría, pero con un miedo constante, decidió utilizar la llave maestra y abrir aquellas dos placas asesinas. A los pocos segundos, el ascensor se desplomó, la niña no consiguió salir y quedó atrapada entre la pared y aquel pequeño ataúd de metal.
¿Quién puede explicar los impulsos incontenibles del instinto de supervivencia?

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12 April 2007

her intruders

Hace poco estuvo en medio en una situación bastante curiosa, aunque muchos la definirían como "el precio que pagamos por el avance tecnológico". Tenía que configurar un menú desplegable de una web un tanto campechana. El cliente había sido muy estricto con el contenido de la página, con lo que cualquier sugerencia-modificación-corrección no sería admitida bajo ningún concepto. El contenido en sí no presentaba ningún problema, alguna tilde mal colocada y algún concepto difícil de digerir. Sin embargo, el mayor problema llegó cuando surgió un dilema que no era ni técnico, ni referente al diseño, ni que afectase al código de la página ni incluso a la ética de su contenido, sino a la frialdad con la que clasificamos los sentimientos hoy en día. Tenía que comprobar la funcionalidad de un menú desplegable que servía para rellenar la típica ficha de solicitud de información. Los nombres y apellidos funcionaban. La variedad calle-avenida-plaza-pasaje estaba perfecta, la opción de teléfono, fax, teléfono móvil, dirección de correo electrónico también; pero en estado civil sólo aparecía la opción casado-viudo-soltero-una relación. UNA RELACIÓN!!! Por favor, quién puede describir a su pequeño gran acompañante del momento como "una relación"? es como decir que vas a tomar? pues una cerveza. Es como decir, cuantas entradas quiere? pues una, es como decir qué tiempo hace hoy, pues nublado. El pavor invadió su pequeño estudio. Indignación en un primer momento. Más adelante: pena, una inmensa pena por la soledad de quienes describen así esos momentos .