mi vida en imágenes perdidas

Hoy ha cambiado la forma visual de organizar mis recuerdos, y se acerca cada vez más a la perrería que surge cuando estás visitando una ciudad nueva y te da pereza sacar la cámara para inmortalizar aquello que se presenta ante tus ojos. Aunque esta vez no se trata de perrería, sino más bien de impotencia e incapacidad: mi vida en recuerdos se ha esfumado a un corpus de vaciado inaccesible. Y lo que más me jode es que no puedo ni tocar esa papelera, ni verla, no sé dónde está y me niego a desarrollar una teoría sobre agujeros negros... nunca tuve abstracción mental... si fuese una freaky informática podría, al menos, imaginarme que mis imágenes están agrupadas en paquetes de ceros y unos... pero eso, ahora mismo, se me escapa de las manos. Creo que voy a recurrir a la excusa que utilizaba cuando me invadía la perrería de turista anti-fotos: todo está en mi memoria, y con eso me basta. Me reduzco a sensaciones de todo lo que significaba cada una de esas instantáneas. Pero no descarto volver a Edimburgo, Formentera, Paris, Turquia... te vienes?